Por qué se necesita una tasación en un proceso de divorcio

Cualquier proceso de divorcio puede generar una situación de tensión e incomodidad, sobre todo, cuando se trata de un matrimonio en sociedad de gananciales. Durante este proceso, ambas partes deben afrontar temas delicados como: la custodia de menores, el reparto de bienes comunes adscritos a este tipo de sociedad (como, por ejemplo, una casa), entre otros.

Cuando existe una vivienda adquirida durante el matrimonio, realizar una tasación de esta es necesario, ya que facilita su correcto reparto entre las partes. Pero antes de adentrarnos en los pasos necesarios para realizar una tasación sobre una vivienda, es necesaria una clara definición, una explicación de cuál es el objetivo de esta tasación y los requisitos necesarios para llevarla a cabo:

Una tasación de una vivienda es un proceso que reúne varios pasos a través de los cuales se pretende establecer un valor real y objetivo del valor de una viviendaY, para realizar esta tasación, han de cumplirse una serie de requisitos:

  • El valor del inmueble deberá ser a fecha del divorcio ya que todos los factores que afectan a la tasación varían de acuerdo a la evolución del mercado inmobiliario.
 
 
  • Debe contarse con todos los datos e información de la vivienda (planos, localización, fotografías, marco regulatorio…etc).
 
  • Documento de venta: es imprescindible para poner la vivienda a la venta (en caso de que ninguna de las partes se la quede) y permite conocer el valor real del mercado.
 
  • Impuesto de Plusvalía Municipal: a través de la tasación oficinal de la vivienda se puede justificar, a efectos fiscales, el cambio en el valor patrimonial desde la adquisición del inmueble hasta su venta.

Una vez se confirma que se cumple con los requisitos explicados en los puntos anteriores, se lleva a cabo la tasación del inmueble, en la que se destacan 3 fases:

1) Preparación y entrega de la documentación al tasador: en esta primera fase se reúne toda la información necesaria para realizar la tasación (copia de la escritura, nota simple que constate la titularidad de la vivienda…) y se entrega al tasador.

2) Visita del tasador al inmueble: el tasador realiza una inspección de la vivienda con el objetivo de comprobar su estado (a través de fotografías…) y tendrá en cuenta factores como la ubicación superficie de la vivienda, el mantenimiento del inmueble, el certificado energético del piso, entre otros.

3) Realización de un estudio de mercado por el tasador: a través de la selección de otras propiedades, denominadas “testigos” que se encuentren en la misma zona que el piso y que sean similares a la vivienda, y así poder establecer el precio del inmueble y la posterior emisión del documento que certifica el valor económico actual de la vivienda.

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